Do it Yourself. Cómo sacar buenas fotos de producto con tu móvil

Hoy en día el móvil está tan extendido como el automóvil o internet y esto se refleja en la cantidad de contenido web y aplicaciones enfocadas a este tipo de dispositivos. También para vender tus productos de ecommerce, la fotografía DIY a tus problemas sobre cómo sacar buenas fotos de producto con tu móvil. 

Su tamaño, que lo hace fácilmente transportable y manejable, y la continua consulta por parte del usuario lo convierten en un foco de atención para cualquier ecommerce. Pero también a la inversa, como herramienta activa, el teléfono móvil puede utilizarse para fotografiar nuestros productos de forma barata y con una calidad nada desdeñable, poniéndolos en internet a través de redes sociales o de la web en pocos minutos.

Versatilidad y redes sociales

Los modelos que salen al mercado actualmente poseen un calidad fotográfica elevada que, pese a no alcanzar a las máquinas profesionales, en manos de una persona con unos pocos conocimientos pueden dar resultado a imágenes de producto muy aptas dentro de los ecommerce. Las últimas versiones de los dispositivos móviles poseen, como norma general, una capacidad fotográfica y unas herramientas de edición y retoque muy potentes, característica que otorga a los móviles una posición privilegiada en la relación versatilidad-calidad.

Además, el acceso directo desde el dispositivo a redes sociales como Instagram, Twitter o Facebook a través de sus respectivas apps permite mantener un flujo continuo de imágenes en el perfil o en la web que facilitan la actualización constante, incitando y conservando el interés del consumidor.

Pautas imprescindibles para una buena fotografía de ecommerce

Debemos conocer en profundidad el modelo de dispositivo móvil que tenemos, qué datos técnicos posee y qué herramientas podemos añadirle. También sería útil tener establecido una serie de conceptos previos que nos permitirán hacer fotografías acordes a nuestros objetivos, como pueden ser el target de cliente, la filosofía de marca o el universo visual que queremos crear alrededor de nuestro producto. Una vez preparado todo esto, nos dispondremos a realizar la fotografía, e igual que ocurre con una máquina fotográfica profesional, separando dos procesos diferentes: la captura de la imagen y su posterior edición.

Imagen

La captura de la imagen o fotografía conlleva 5 puntos principales, correspondientes al contexto que rodea al producto en el momento de realizar la instantánea:

La iluminación: una luz adecuada es imprescindible en una buena fotografía y por ello optaremos por dos soluciones baratas y prácticas. Una es el uso de luz natural, por ejemplo, al lado de una ventana, y la otra es una lámpara grande -o un kit de iluminación, según el tamaño del producto-.

El tipo de fondo: podemos elegir entre un fondo neutro blanco o de color, que destaque el producto por encima de todo, u optar por una fotografía de “estilo de vida”, muy propia de plataformas como Instagram, que aporta mensajes emocionales a nuestro producto.

La estabilización de imagen: para evitar imágenes poco nítidas o borrosas, es recomendable adquirir un trípode que estabilice el dispositivo móvil, cuyo precio no supone una inversión muy elevada y mejora significativamente la calidad de las fotografías.

La superficie de apoyo: una mesa o cualquier superficie estable, lisa y uniforme ayudará a dar profesionalidad y calidad a la fotografía.

Las lentes externas: suele ser necesario añadir accesorios de zoom como teleobjetivos para realizar las fotografías más detallistas, ya que la calidad de los dispositivos móviles al respecto suele ser, de entrada, deficiente.

Edición

Tras tomar la fotografía, pasaríamos al siguiente paso o proceso, que tendría como base la imagen fotografiada, a partir de la cual se retocarían diversos elementos para conseguir un acabado lo más perfecto posible y que encaje con nuestra idea previa. Es primordial tener en cuenta que, a más calidad de la fotografía tomada, más calidad obtendremos con la edición; aunque obvio, la edición no consigue milagros, por ello la importancia de los pasos anteriormente comentados.

Ante todo, y aunque los programas de edición estandarizados en los móviles parezcan útiles, es necesario hacerse con una app de edición que nos permita muchas más opciones. En la actualidad hay muchísimas, desde las conocidas Adobe Photoshop Express y Snapseed, pasando por Pixlr, Fotor o BeFunky, todas gratuitas y cada una concreta para cada persona y meta.

Una vez hecho esto, procederemos a una serie de retoques que mejoren al máximo la calidad de nuestra fotografía, como serán retocar el color, ajustar el encuadre o mejorar las texturas, siempre comparando el resultado final con el original e intentando huir de los habituales filtros automáticos.

Hacer fotografías de nuestros productos con dispositivos móviles es una opción barata y asequible, que ofrece una calidad media/alta a aquellos que controlen los puntos básicos y necesarios, aunque siempre asumiendo que no será la opción más adecuada para grandes producciones ni se obtendrá la calidad profesional que en empresas que sí se dedican a ello pueden conseguir.

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